jueves, 11 de abril de 2019

MIGAS DE PAN

      Las MIGAS siempre han sido un plato muy socorrido en Moratalla a la hora de improvisar una comida entre amigos, de darle de almorzar a los trabajadores (normalmente en tiempos de siega esta era una de las comidas con las que se agasajaba a los temporeros), de acompañar a una matanza o incluso de rebajar los efluvios etílicos tras una noche de Santo Cristo en la peña de turno. En nuestro pueblo se han hecho básicamente de dos maneras distintas: estas de pan que describimos a continuación o la alternativa con harina, que podemos consultar también en este blog bajo el epígrafe "Migas de harina". Vamos con las de pan.



Fotos: Óskar y Laura
INGREDIENTES:

     1 barra o torta de pan semi-duro (del día de ayer)
     Aceite de oliva
     Sal
     Tajadas de magra, tocino y/o salchicha
     Pimientos y/o ajos tiernos (o secos)


PREPARACIÓN:

     Desgranamos un par de cabezas de ajos secos (o lo hacemos con ajos tiernos hechos trocitos) y los ponemos en la sartén con aceite de oliva. Hacemos lo mismo con los pimientos y se los añadimos. Cuando estén doraditos, los apartamos en una fuente y los reservamos.
     Se hacen trocitos pequeños (tajadas) con la carne y se fríen en el mismo aceite. Y de igual forma, cuando estén dorados se apartan con las verduras anteriores y se reservan.
     En un barreño ponemos a remojar el pan duro con un poco de agua hasta que esté blando y se pueda apretujar. Entonces lo escurrimos con todas nuestras fuerzas para quitarle el exceso de agua y lo dejamos preparado para cocinarlo. Mientras, calentamos aceite nuevo en una sartén limpia (si lo hacemos en la anterior con el aceite de los sofritos cogeran más gusto, pero debemos estar preparados para rascar mucho al principio, no vaya a ser que se agarren, y además saldrán más oscuras) y cuando esté caliente le echamos el amasijo de pan remojado. Vamos removiendo poco a poco para conseguir que se vayan “desliando” las migas en granos.
     Cuando haya pasado un tiempo razonable y las migas estén completamente sueltas y desgranadas, es el momento de añadirles las tajadas, ajos y pimientos que teníamos reservados. Se le da unas cuantas vueltas a todo y se apartan.

     Se sirven con un buen vino tinto y se pueden acompañar de un tomate partido, un pepino o incluso de frutas de temporada como higos o granadas. También se suelen acompañar de "Caldo caliente" (hervido con bacalao) frío del día anterior. Y si te pegas tal panzá de migas que te pones hasta las cencerretas y te crujes la pelleja, a la tarde tendrás que tomarte un puñao de bicarbonato para no pegar un esclavejío. Buen provecho!


Fotos: Óskar y Laura



No hay comentarios:

Publicar un comentario

CAFÉ DE OLLA o MALTA

      El café de olla (o "agua de cebada" como se le conoce en algunas localidades de la zona levantina) es un sustituto perfecto ...

Las recetas más populares: